miércoles, 30 de octubre de 2013

Crónica de una ilusión – Parte I

La resignación es un suicidio cotidiano” H. Balzac


En masa, más de lo esperado, nos fuimos reuniendo, éste es el segundo día y hoy somos más que ayer, en masa, más de lo esperado, nos sorprendimos declarando cese de actividades de forma permanente, creando comités, saliendo en periódicos, siendo portadas del diario matutino gratuito, apareciendo en internet y siendo citados en múltiples artículos.

Van dos días de sorpresas, nos sorprendimos al organizarnos, nos sorprendimos con nuestra unión y nos sorprendimos yendo en masa, más de lo esperado, a esperar al Señor Ministro de la Imposible, ese que no sabemos ¿De qué se ríe, de que se ríe?, a la puerta de un hotel, y de nuevo nos sorprendimos cantando y armando una fiesta, de alegría inagotable, cantos, consignas, arengas; un tambor marcando el ritmo y un clamor constante, nos sorprendimos invadiendo de un momento a otro las calles de Cali, a la vera del río nos echamos a andar, con la luna dando sus primeras luces, con un amago de lluvia que no amedrentó una voluntad conjunta, nos sorprendimos, en masa, más de los esperado, marchando de nuevo con la bata de nuestra profesión como estandarte.

Nos sorprendimos con los pulgares en alto de los conductores, a pesar del trancón que les creamos, nos sorprendimos con los pitos amigables de la gente en sus autos, nos sorprendimos con la colaboración de los agentes de tránsito, nos sorprendimos al ver que nuestra causa parece justa y no lucimos como loquitos deambulantes, persiguiendo molinos de viento y cazando gigantes de improbable existencia, nos sorprendimos gritando y sabrá Dios de donde sacamos las fuerzas.

Me sorprendí con la creatividad a flor de piel y creo, que en masa y más de lo esperado, nos seguiremos sorprendiendo cada nuevo día y, a juzgar por las últimas horas, cada nueva noche.



No hay comentarios:

Publicar un comentario